Mercado laboral y políticas educativas y formativas
El documento de trabajo del staff de la Comisión, Informe España 2015, continua su análisis de las relaciones entre mercado laboral y políticas educativas y formativas.
Los
beneficios de la incipiente recuperación del empleo han beneficiado
solo de manera marginal a los grupos más desfavorecidos, como los
jóvenes y las mujeres. Sin embargo, el desempleo continua afectando
a los jóvenes que tienen un bajo nivel formativo, 60,4% en el cuarto
trimestre de 2014 en tanto que las mujeres han visto crecer la tasa
de actividad hasta el 50,1% en el mismo período como consecuencia de
una mayor utilización de los contratos a tiempo parcial,
consecuencia de la dificultad para conciliar la vida laboral y
familiar.
Los
nuevos contratos, en particular a los jóvenes, han incorporado una
parte sustancial del ajuste que se ha producido en los salarios.
Entre 2008 y 2013 el primer salario de los contratos a tiempo
completo realizados ha disminuido en términos reales un 17% para los
hombres y un 13% para las mujeres. Para los trabajadores a tiempo
parcial el descenso producido es aun mayor, un 23% entre los hombres
y un 16% las mujeres.
La
pobreza continua afectando al 10,5% de la población laboral,
particularmente las mujeres, los menos cualificados y los
trabajadores temporales. La tasa de pobreza de los que trabajan es
mayor, de forma más intensa para las familias monoparentales.
El
autoempleo ha mantenido niveles similares a 2013, gracias al uso
creciente de incentivos. El gobierno ha aprobado una extensión de
los beneficiarios de la ayuda a los emprendedores autónomos y a los
que han creado empleo para jóvenes menores de 30 años.
La
movilidad geográfica de los trabajadores se mantiene relativamente
baja y concentrada en grupos concretos, particularmente los jóvenes
y emigrantes.
La
modernización del servicio público de empleo sigue siendo
insuficiente y mantiene un conjunto de riesgos negativos para la
implementación de las políticas activas. Es
cierto que se han dado una serie de pasos en la dirección de mejorar
el funcionamiento de los servicios públicos de empleo, en la línea
de modernización y más presupuesto. Se ha apostado igualmente por
una mayor coordinación entre el estado y las Comunidades autónomas
orientada a facilitar la evaluación. También a la creación de un
catálogo de servicios comunes para las políticas activas de empleo,
de manera especial el portal de empleo que ha estado operativo desde
julio 2014. La cooperación de los servicios públicos con las
agencias privadas también se ha visto reforzada con 30 millones de
euros. A pesar de ello, subsisten las ineficiencias administrativas
en este ámbito de la cooperación privada y pública, no existen
planes concretos de evaluación del sistema, la reducción de
plantilla ha impedido proporcionar a los usuarios servicios de
orientación a medida, lo que puede haber tenido un impacto negativo
en la implementación de la Garantía Juvenil.
El
sistema nacional de Garantía Juvenil necesita demostrar su
efectividad para estimular el empleo joven. Establecido en julio
2014, casi 365.000 personas se han beneficiado de sus acciones. Pero
existe el problema asociado al número limitado de candidatos que se
han inscrito para participar en el programa. Los sistemas de
educación y formación, con los servicios de empleo, a nivel
regional, siguen sin establecer procedimientos comunes para abordar
sus actuaciones, con los retrasos en la implementación de la
Garantía juvenil.
El
contrato de formación y aprendizaje experimentó resultados muy
positivos en 2014. Con un aumento del 31,8% entre 2013 y 2014, 33.763
contratos.
La
reforma del sistema de formación profesional, que promueve la unidad
de mercado en los servicios de formación, está en camino. Se
apuesta por la formación con inserción, y por asignar los recursos
financieros por medio de competencia y con criterios de orientación
sectorial y de calidad para los cursos. Se trata de una reforma en
curso, que sigue sin ver la luz, pero que resulta esencial para
situar el sistema en condiciones de modernidad y eficacia.
El
abandono escolar temprano y el desajuste entre los programas
educativos y de formación con el mercado laboral continúa siendo
uno de los principales retos a afrontar por el sistema de educación
y formación en España.
El
descenso en el abandono escolar temprano puede atribuirse, entre
otros factores, a la efectividad de los programas regionales
específicos. El nacimiento de la FP Básica viene a atender este
objetivo, apostando por más flexibilidad en las trayectorias
educativas y una apuesta por la calidad. Hasta la fecha solo 9
Comunidades autónomas han apostado por el modelo, con una baja tasa
de matriculación en el nuevo modelo, de 34.684 alumnos.
El
bajo niveles de cualificaciones básicas tiene un impacto negativo
sobre la calidad de la educación y permanece como un obstáculo para
la mejora de las oportunidades de empleo de los más jóvenes.
Para
hacer frente al desarrollo de las cualificaciones, la implementación
de la nueva ley orgánica de mejora de la calidad de la educación
durante el presente curso escolar, será crucial.
Se
han hecho algunos progresos en relación
al aumento de la relevancia de las cualificaciones laborales por
medio de actuaciones de nivel secundario en el aprendizaje a lo largo
de la vida. La
participación en la FP ha aumentado un 12% en un año y casi un 30%
en dos años, destacando el interés por la formación dual. Sin
embargo, continua sin establecerse un marco adecuado para el papel de
los stakeholders en este nuevo modelo. Para determinar las
cualificaciones, el Plan para el aprendizaje a lo largo de la vida
que acaba de lanzarse, realiza una apuesta por la calidad de la
formación.
España
está desarrollando una Estrategia nacional de cualificaciones,
dirigida por el MEC en colaboración con la OCDE.
La
reforma de la educación superior anima a mejorar la excelencia,
innovación, competitividad e internacionalización de las
universidades españolas.
Pese
a los avances recientes en el mercado laboral, un alto número de
personas permanecen en riesgo de pobreza o exclusión social. Se
estima la cifra en 12,6 millones de personas en 2013. España ha
mostrado elevados niveles de desigualdad de la renta en la
clasificación por países y el gap de la pobreza ha aumentado de
manera destacada desde 2007. Los niños y los jóvenes adultos son
los sectores más afectados por el aumento de la pobreza, en tanto
que las familias monoparentales asumen un riesgo real.
El
sistema de protección social permanece inalterado en términos de
cobertura y eficiencia y muestra unos efectos redistributivos
limitados en relación a los distintos grupos de renta. Como
consecuencia del elevado desempleo, el número de familias sin
ingresos ha alcanzado la cifra de 740.500 en el segundo trimestre de
2014, el doble que en 2008. El impacto de la protección social para
reducir la pobreza ha sido muy limitado.
Se
han hecho progresos limitados para asegurar una aproximación
integrada entre la protección social y las estrategias de
activación. Existe incertidumbre sobre la implementación efectiva
de las actuaciones incluidas en el Plan Nacional de acción para la
inclusión social 2013-2016 en lo relativo a itinerarios individuales
de inserción y rentas, y lo que es peor, no se han realizado
evaluaciones de las mismas.
Se
han hecho avances limitados en el refuerzo de la coordinación entre
empleo y servicios sociales para adaptar las políticas activas de
empleo a los que están en riesgo y apoyar transiciones de la
protección social al mercado de trabajo.
Finalmente,
se han hecho progresos limitados en cuanto a la mejora de las
familias que tienen hijos, con rentas más bajas, a pesar de algunas
iniciativas modestas.
Fuente:
DOCUMENTO
DE TRABAJO DEL STAFF DE LA COMISION
Informe
España 2015
COM(2015)
85 final
Bruselas,
26.2.2015
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