Informe de actualización del Programa de Estabilidad 2016 a 2019
Por
su interés, AFEMCUAL publica las páginas del Informe de
Actualización del Programa de
Estabilidad 2016-2019 relativas a
“Medidas de mercado de trabajo y
Seguridad Social”
“El
fuerte crecimiento del empleo está siendo un factor clave para la
sostenibilidad de las cuentas públicas. Los efectos de las profundas
reformas adoptadas en este ámbito están demostrando su importancia
para la estabilidad presupuestaria y para la competitividad de la
economía española.
Así,
se perciben con claridad los efectos positivos de la estrategia de
reforma para una profunda transformación del mercado de trabajo
español que contribuya al aumento de la competitividad de la
economía española, que se ha articulado en torno a tres ejes:
ordenamiento jurídico laboral, políticas de activación y lucha
contra el fraude.
También
se aprecian los efectos favorables de las relevantes reformas en el
ámbito de la Seguridad Social, con el factor de sostenibilidad, la
reforma de la jubilación anticipada y parcial, la revisión de la
regulación de la compatibilidad entre trabajo y pensión y las
nuevas reglas de revalorización de las pensiones como principales
medidas.
En
cuanto al empleo, los cambios en el ordenamiento laboral han
permitido superar la tradicional rigidez del mercado de trabajo. Los
cambios de calado en la negociación colectiva, normativa de
contratación y despido, flexibilidad interna, contrato a tiempo
parcial o contrato para la formación y el aprendizaje, entre otros,
han tenido efectos apreciables en la dinámica del empleo. Diversos
estudios apuntan efectos positivos en la capacidad de la economía de
crear empleo sin generar desequilibrios internos o externos, así
como en la probabilidad de acceder al empleo indefinido, entre otros.
Estos
cambios en la regulación laboral se han completado con un profundo
proceso de modernización de las políticas de activación para el
empleo, que implica una nueva arquitectura institucional en torno a
la Conferencia Sectorial, la Estrategia Española
de Activación y los Planes anuales de empleo, así como el
desarrollo de nuevos instrumentos a disposición de la intermediación
laboral y la formación.
A
este respecto destaca especialmente la condicionalidad aplicada a los
fondos repartidos a las CCAA para la ejecución de las políticas
activas. Estos fondos se condicionan al resultado de la gestión
medido a partir de una serie de indicadores que han exigido un
esfuerzo de coordinación y mejora de la información que hace que en
2016 sea posible asignar un 70% de los fondos de acuerdo a la nueva
orientación a resultados.
Este
planteamiento se ha reforzado con la elaboración de una cartera
común de servicios de empleo, el impulso a la colaboración de las
agencias privadas de empleo, el programa de difusión de buenas
prácticas o el funcionamiento del portal único de empleo.
Por
otra parte, desde 2012 se ha incrementado sustancialmente la
vinculación de las políticas activas y pasivas y el grado de
exigencia en el cumplimiento y acreditación del compromiso de
actividad. Asimismo, se han racionalizado algunos programas de
protección en aras de la equidad y de su adecuación a las
necesidades de los beneficiarios.
Finalmente,
es necesario seguir mencionando los cambios de julio de 2012 en el
diseño de bonificaciones, que se tradujeron en la eliminación de un
buen número de incentivos menos justificados. Ello ha permitido
disponer de un presupuesto más equilibrado en las medidas de impulso
del empleo.
En
el periodo 2014-2015, el impulso reformista en el ámbito del empleo
ha continuado, combinando medidas de carácter estructural y
coyuntural que, de forma directa o indirecta, tienen un importante
impacto en la sostenibilidad presupuestaria, aunque no sea fácil de
estimar con la necesaria precisión. En 2014-2015, las reformas en
las políticas de activación para el empleo culminan la
transformación de la arquitectura institucional en este ámbito,
diseñada y puesta en marcha en estrecha colaboración con las CCAA.
Asimismo,
se han introducido profundas reformas en el sistema de formación
para el empleo en aras a una mayor eficiencia, transparencia y mejor
seguimiento de resultados, contenidas en la Ley 30/2015, de 9 de
septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional
para el empleo en el ámbito laboral, que es plenamente aplicable en
2016. Con ella se establece un sistema de formación que acompaña a
los trabajadores en su acceso, mantenimiento y retorno al empleo, así
como en su capacidad de promoción profesional. Para ello, promueve
la adquisición y actualización de conocimientos, lo que mejora las
perspectivas de empleo estable y de calidad de los trabajadores, así
como la ventaja competitiva de las empresas y de la economía
española. El sistema busca anticiparse a las necesidades del tejido
productivo y constituir un apoyo a la capacidad innovadora y
competitiva de la empresa, a partir de unos recursos humanos de
calidad, que permitan mejorar su productividad.
Por
otra parte, durante 2015 se ha aplicado el Programa extraordinario de
activación de desempleados de larga duración con cargas familiares,
basado en un acuerdo con los agentes sociales y que estrecha la
vinculación entre políticas activas y pasivas y da respuesta a la
emergencia social del desempleo de larga duración. El Programa exige
acreditar regularmente el compromiso de actividad y la búsqueda
activa de empleo, como parte de la gradual transformación de las
prestaciones y subsidios por desempleo hacia un modelo más
equilibrado entre derechos y obligaciones.
Las
medidas para acelerar la salida del desempleo mediante las políticas
de activación se han completado con incentivos a la contratación
indefinida. La contratación estable limita la excesiva rotación,
que genera un elevado coste presupuestario y condiciona las
expectativas laborales y vitales de los afectados. El impulso del
empleo indefinido es por tanto crucial para la sostenibilidad fiscal.
La tarifa plana de 100 euros, introducida en 2014, contribuyó a que
ese año se firmaran un 19% más de contratos indefinidos que en
2013, la mayoría a tiempo completo.
El
mínimo exento de cotizaciones de 500 euros para nuevas
contrataciones indefinidas que generen empleo neto introducido en
febrero de 2015 sustituyó al anterior y ha permitido mantener el
fuerte crecimiento de la contratación indefinida, especialmente a
tiempo completo. Su diseño concentra el esfuerzo presupuestario en
los salarios más reducidos, ya que son los jóvenes, los parados sin
formación y los desempleados de larga duración quienes tienen más
dificultades para lograr una inserción estable. De esta forma se
reduce el coste a la vez que se focaliza donde tiene un mayor
impacto, limitando el efecto peso muerto.
Los
dos años consecutivos de fuerte creación de empleo muestran los
efectos beneficiosos de las reformas estructurales impulsadas desde
2012 en el ámbito del empleo. El proceso de modernización de los
servicios públicos ya cuenta con una base sólida y nuevos
instrumentos que contribuyen a incrementar la eficacia y a orientar
el gasto a resultados.
Con
este conjunto de medidas se da cumplimiento a la Recomendación del
Consejo de 14 de julio de 2015 (CSR 3) en la que se recomendaba a
España la adopción de medidas para aumentar la calidad y eficacia
de la ayuda y del asesoramiento para la búsqueda de empleo, así
como racionalizar los regímenes de renta mínima y de ayuda
familiar. En los años 2013-2015 es muy significativo el descenso de
la aportación del Estado a los presupuestos del Servicio Público de
Empleo Estatal (SEPE) que pasará de 14.597,5M euros en 2014 a
3.937,4M euros en 2016. Se prevé que en 2018 no sea necesaria
aportación alguna al poder hacer frente el SEPE a todos sus gastos
mediante la recaudación de sus cuotas.
Por
lo tanto, la aportación del Estado a los presupuestos del SEPE habrá
disminuido un 82,50% entre el promedio 2013-2015 y 2016-2018. Esta
evolución se deriva de que el gasto por prestaciones por desempleo
ha descendido en un 31% de 2013 a 2015, en paralelo
con el descenso del paro. Durante 2015, en media mensual, el 58% de
las bajas en prestaciones por desempleo se ha producido por la
colocación de las personas desempleadas y sólo el 30% por
agotamiento o transcurso del período máximo de duración de la
ayuda.
En todo caso, el mayor impulso a la sostenibilidad presupuestaria son
los más de 500.000 empleos creados en 2015 y la reducción del paro
en más de 650.000 personas.
En
el ámbito de Seguridad Social, destaca por sus implicaciones el paso
del sistema de autoliquidación de las cotizaciones a uno de
liquidación directa en el que la Tesorería calcularía las cuotas.
El nuevo sistema se regula en la Ley 34/2014, de 26 de diciembre, de
medidas en materia de liquidación e ingreso de cuotas de la
Seguridad Social, y su uso de forma obligatoria por parte de empresas
que se inició en febrero de 2015 se ha ido extendiendo
paulatinamente a todas las empresas.
Además,
en 2016 se ha introducido un nuevo complemento por maternidad para
las mujeres que hayan tenido dos o más hijos y sean beneficiarias de
pensiones contributivas de jubilación, viudedad o incapacidad
permanente. El complemento va del 5% al 15% de la pensión según el
número de hijos, en reconocimiento a la aportación demográfica a
la Seguridad Social de las mujeres trabajadoras que han
compatibilizado su carrera laboral con la maternidad, a la vez que se
contribuye a reducir la brecha de género en pensiones.
Por
otro lado, en diciembre de 2014 se publicó la Ley 35/2014, de 26 de
diciembre, de Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales de la Seguridad Social con el objetivo de modernizar el
funcionamiento y gestión de estas entidades, reforzar los niveles de
transparencia y eficiencia y contribuir en mayor medida a la lucha
contra el absentismo laboral injustificado y a la sostenibilidad del
sistema de la Seguridad Social. Estas medidas ya tienen un impacto
claro en la evolución de los costes del sistema y aseguran su
sostenibilidad en el largo plazo ante el reto del envejecimiento.
El
gasto en pensiones se prevé que crezca por debajo del 3% anual en el
periodo de proyección, con una reducción del gasto en términos de
PIB debido al impacto de las reformas realizadas en vigor desde 2013.
La edad efectiva de jubilación ha venido aumentando paulatinamente
pasando de 63,9 años en 2012 (antes de la reforma) a 64,1 en 2015 y
se espera que continúe esta senda. Se contiene el crecimiento de la
pensión media de jubilación desde el 3,5% de 2012 al 2,0% de 2015,
mientras que una senda de inflación decreciente, que se hace
negativa en 2014, ha favorecido un aumento del poder adquisitivo de
las pensiones, al desvincular la revalorización directa de pensiones
del índice de precios, y tener un aumento del 0,25% en cada uno de
los años desde 2014 a 2016.
Por
otro lado, a partir de 2014 las cotizaciones a la Seguridad Social de
los trabajadores ocupados han
evolucionado favorablemente cambiando de tendencia respecto a los
ejercicios anteriores, pasando a crecer un 2,5% en 2014 y un 2,7% en
2015. Este crecimiento hubiese sido mayor sin las implicaciones que
ha tenido una inflación negativa en la Seguridad Social, lastrando
el crecimiento de los recursos, mientras que no se ha modificado la
evolución de los gastos que han crecido muy por encima de la
evolución de precios durante tres años consecutivos, y continúan
haciéndolo en 2016. Asimismo,
es preciso señalar que, gracias a los superávits acumulados por la
Seguridad Social en el pasado, el sistema de pensiones cuenta con
activos de reserva para atender necesidades futuras en materia de
prestaciones contributivas. Así, desde su creación en el año 2000,
las sucesivas dotaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social
han permitido contar, en diciembre de 2015, con 35.035 millones de
euros según el valor de mercado (3,24% del PIB).
Sobre
la sostenibilidad futura del sistema puede mencionarse que la Ley
Presupuestos Generales del Estado para 2016, en su Disposición
adicional octogésima quinta relativa a la separación de fuentes de
financiación de las prestaciones de la Seguridad Social, establece
que una vez formalizada la financiación de los complementos por
mínimos de pensiones a cargo de los Presupuestos Generales del
Estado, el Gobierno avanzará en procurar la compatibilidad de los
objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera
con los de plena financiación de las prestaciones no contributivas y
universales a cargo de los presupuestos de las Administraciones
Públicas, para lo cual valorará las condiciones de las prestaciones
incluidas en el sistema que puedan tener esta consideración.
Finalmente,
debe destacarse que se ha aprobado la Ley 23/2015, de 21 de julio,
Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
La nueva Ley da un paso muy importante para avanzar hacia un nuevo
modelo de organización de la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social, basado en su fortalecimiento institucional, mediante la
constitución de un Organismo Autónomo que le dará mayor
operatividad. Supone una profunda reordenación de sus estructuras
con la creación, dentro del Sistema de Inspección, de una Oficina
Nacional de Lucha contra el Fraude, que dará continuidad al Plan de
Lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social
aprobado en 2012 por el Consejo de Ministros. Además, para mejorar
el control frente a los abusos en la contratación temporal y
reforzar la actuación preventiva ante el grave problema de la
siniestralidad laboral, se configura un nuevo Cuerpo de
Subinspectores Laborales, que estará integrado por dos Escalas
especializadas, racionalizando de esta forma su organización y
favoreciendo el trabajo programado y en equipo.
La
ordenación de la actividad inspectora se articulará a través de un
Plan Estratégico, en el que se consignan las actuaciones
prioritarias, cuyos objetivos e indicadores serán
sometidos a una evaluación permanente del Ministerio de Empleo y
Seguridad Social”.
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