El análisis del mercado laboral por el Staff de la Comisión UE

Mercado laboral

Las condiciones del mercado laboral mejoran, gracias a una mayor actividad económica y moderados avances de los salarios, pero el desempleo permanece elevado, en un 23,7% apenas dos puntos menos que el pico alcanzado un año antes. Después de una caída acumulativa del empleo del 18% entre 2008 y 2013, en 2014 se ha registrado un aumento del 2,5%, apoyado por una importante moderación salarial.

Las tasas de actividad mejoran, en respuesta al flujo de emigrantes, un menor efecto desánimo y el hecho de que los jóvenes adultos permanecen en el sistema educativo más tiempo. El deterioro de las condiciones laborales desde 2008 disparó el número de trabajadores desanimados en el conjunto de la población laboral, sobre todo, los jóvenes adultos.

Los aumentos de empleo en la industria y en determinadas ramas de los servicios apoyan la reasignación del mercado laboral hacia los sectores abiertos. Sin embargo, este proceso se encuentra condicionado por diferencias regionales, particularmente ocupacionales, cualificaciones y desajustes geográficos.

A pesar de la incipiente mejora del mercado laboral, losjóvenes y parados de larga duración continúan siendo los retos más urgentes. Las bajas tasas de obtención de empleo y la obsolescencia de las cualificaciones pueden contribuir a explicar la duración del desempleo, particularmente entre los parados de mayor edad (más de 50 años) que presentan tasas de paro de larga duración 15 puntos más elevadas que la media.

La persistencia del paro de larga duración contribuyo al deterioro de los indicadores de pobreza, particularmente entre los menos cualificados, los que carecen de experiencia y la población de mayor edad. La persistencia de desfavorables condiciones en el mercado de trabajo ha incrementado de forma significativa el número de personas de bajos ingresos después de pasar por el desempleo.

Los elevados niveles de segmentación del mercado laboral, entre empleados permanentes y temporales, continúan siendo un problema en España, en parte debido a la persistente incertidumbre macroeconómica. Esa segmentación del mercado labora, una seña de identidad para España, presenta una mayor incidencia en algunos grupos de trabajadores como los jóvenes y los menos cualificados, y posiblemente tiene repercusiones negativas sobre los niveles de productividad y las condiciones laborales.

El empleo a tiempo parcial ha aumentado su presencia en el mercado laboral español, pero sigue estando por debajo de la media de la UE. Además, el potencial de esta figura contractual para la creación de empleo puede ir acompañado, si se realiza un uso inadecuado de la misma, de un mayor riesgo de pobreza laboral.

Los salarios nominales han respondido a los cambios en el mercado de trabajo y han contribuido a apoyar la creación de empleo. La derogación de los convenios colectivos, sobre todo en lo relativo a salarios y horas de trabajo, se ha utilizado de forma principal para adaptar las condiciones de las empresas y evitar redundancias.

Las reformas en el sistema de negociación salarial ha contribuido a acentuar la respuesta de los salarios a las condiciones del desempleo.

Mientras que los acuerdos salariales han permitido la creación de empleo, la persistencia de diferenciales de productividad entre empresas en el contexto de baja inflación puede supone un reto para futuros desarrollos en 2015.

El mercado laboral sigue caracterizado por un desajuste entre la oferta y demanda de trabajo, tanto desde la perspectiva de las cualificaciones como la geográfica. Existe un alto grado de diferenciales regionales en la incidencia de los desajustes del mercado laboral. El proceso de reasignación del empleo hacia los sectores más abiertos se verá estimulado por desarrollos apropiados de los costes laborales, un aumento de la movilidad de los trabajadores entre los sectores y a nivel geográfico.

La reforma laboral de 2012 ha contribuido a una incipiente recuperación del mercado laboral, pero las reducciones del paro de las dos cifras, exige una mayor presión de las políticas públicas.

El actual sistema de incentivos a la contratación presenta algunas barreras de eficiencia que impiden la promoción del empleo estable.

España ha reforzado la orientación estratégica de las políticas activas de empleo y su vínculo con el apoyo a las rentas, pero la formación y recualificación podrían suponer una mayor contribución a la reducción de los elevados niveles de desempleo de larga duración.

A medio plazo, la implementación de las reformas en el sistema educativo, puede ser también muy importantes. Esto se presentará en otro documento resumen próximamente.

Fuente:
DOCUMENTO DE TRABAJO DEL STAFF DE LA COMISION
Informe España 2015
COM(2015) 85 final
Bruselas, 26.2.2015

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